ESTRATEGIAS DE LA GUERRA COMERCIAL

Canadá, nuestro segundo socio comercial en el TLCAN, sigue sin decir nada en la guerra comercial de México-EUA, aunque ya cambió a su ministro de la cancillería, nombrando a Chrystia Freeland, quien fuera ministra de Comercio.

No olvidemos que el mayor proveedor de petróleo crudo, de electricidad y gas natural hacia los Estados Unidos es Canadá, con un comercio de 700 mil millones de dólares, sin embargo, el Presidente Enrique Peña Nieto no ha generado una visita a ese país, sobre todo para tener una estrategia conjunta a menos de 48 horas, de que jure como Presidente número 45 de los Estados Unidos, Donald Trump.

Lo que hizo el lunes fue presentar un programa de repatriación de capitales que tienen mexicanos en el exterior. No olvidemos que el año pasado este programa fracasó porque no había la secrecía que exigían los contribuyentes, y tampoco había ningún estímulo fiscal para regresar el dinero que sacaron del país.

El año pasado se repatriaron menos de dos mil millones de dólares, ahora, al regresar el dinero se pagará una tasa de ISR de 8%, sin deducción alguna, debiendo pagarlo dentro de los 15 días siguientes a la fecha, en que hayan regresado los recursos a México.

El problema es que se llevaron este dinero a un dólar de 10 pesos y lo regresan a 21, no sabemos qué tan atractivo sea este programa, pero no lejos de aquí, hay una lucha que se está librando en un mundo al revés; por un lado Xi Jinping, Presidente chino, que paradójicamente se ha convertido en el mayor promotor del libre comercio en el mundo, y por el otro el Presidente electo de los Estados Unidos, con las medidas más proteccionistas contra el mundo, es lo que se dice en la lucha libre, máscara contra cabellera, es la fábrica del mundo contra el mayor mercado del planeta, en una guerra comercial, todos perdemos. El proteccionismo es como vivir en una habitación a oscuras, sabiendo que la luz y el aire están afuera con el libre comercio.