GASOLINA EN EL LIMBO

El precio de los combustibles no se ha liberado, hoy los consumidores estamos a merced del dueño que expende la gasolina, porque en cuestión de horas puede fijarnos un precio superior a lo autorizado y quien lo sancionará si la Profeco no tiene un ejército de verificadores; estamos a merced del gobierno que fije los criterios del precio del mercado petrolero, el criterio de cómo van las finanzas públicas y hay que agregar el del cálculo político; estos dos centavos, no indica una liberación de precio, pudo haber bajado más, entre 35 y 40 centavos mínimo por litro, si el único criterio para determinar su precio fuera el precio de la gasolina de Texas, multiplicado por el valor del peso frente al dólar; está claro que el gobierno no puede bajar los precios cómo debe ser porque depende de los ingresos que estas le produce; en el 2016 recaudó 277 mil 263 millones de pesos por el IEPS; este año pretende obtener 284 mil 400 millones de pesos, a eso hay que agregar el IVA; ahora, en México 7 centavos de cada peso que ingresa al gobierno federal viene del impuesto a las gasolinas, y ahora que las calificadoras traen en la mira a México, no puede darse el lujo de vulnerar sus fuentes de ingresos; de ahí que en solo dos meses haya aprendido, que el problema de la deuda y sus finanzas no se solucionará solo con el IEPS de las gasolinas porque la popularidad del Presidente cayó, la reforma energética se convirtió en las más impopular y el Partido de Andrés Manuel subió como la espuma en plena batalla Presidencial; está claro que ya no se seguirá la ruta trazada del gobierno federal, porque el gobierno nunca estuvo preparado para enfrentar protestas, vándalos y politización de opiniones; el gobierno habla de un subsidio, pero no lo es, porque se trata de una reducción del IEPS, ya que si sumamos este último con el IVA, los mexicanos estamos pagando más del 45% de los impuestos.