Bancos no tienen llenadera

Los Banqueros están felices, en Estados Unidos con todo y TLC, las entidades financieras de nuestro vecino País, han ganado 56,000 millones de dólares en el último trimestre de 2018; un 27,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Se trata del mejor trimestre de la historia para los bancos en Estados Unidos, gracias a su economía saludable y a la nueva tasa impositiva más baja aprobada por la administración Trump; pero de éste lado en México, cinco de cada diez pesos que ganan los bancos en nuestro País proviene de las comisiones y tarifas cobradas por operaciones de crédito, ¿Dónde está la reforma financiera que lo haría más barato? Un 90% de las comisiones cobradas proviene de los créditos del consumo como por ejemplo las tarjetas de crédito, sin embargo, son los préstamos personales, donde las comisiones cobradas pasaron de 684 a mil 209 millones de pesos, lo que representó un crecimiento de 77 por ciento.

En las operaciones de crédito, los bancos aumentaron las comisiones en 12%, con 12 mil 644 millones de pesos, es decir, las utilidades reportadas por las instituciones financieras mexicanas superaron los 38 mil 117 millones de pesos, de los cuales, 19 mil 644 millones, es decir 51%, corresponde a las comisiones cobradas a los usuarios; muy lejos de se quedaron las ganancias de 85 mil millones de 2009, esta cifra de hoy es monstruosa, cuánto dinero nos quitan con el permiso del Gobierno y sus legisladores. Todo se le perdona, aunque hayan pasado por escándalos internacionales en HSBC, el shock de Oceanografía, los cambios en Banorte y de pilón, el caso Ficrea, que ni banco era; sin embargo, no conozco tabasqueño que muera de alegría por su banco. Cuando los cuentahabientes compran casa, están felices por su casa, pero no por las tasas de su crédito. Si alguien compra un automóvil, estará feliz por los atributos del vehículo, pero no por el crédito. Si alguien recibe una tarjeta de crédito, se pone alegre por lo que va a comprar, pero se le termina la alegría hasta que llega el estado de cuenta. Con los bancos pasas las de Caín: te tienes que fijar en mil cosas por tu seguridad –tokens, passwords–, y ahora que no haya ciberfraudes, hoy incluso si te quitan tu dinero tenemos que contratar a un perito en redes y terminales para saber de dónde vino el fraude y nos devuelvan nuestro dinero, hasta eso hemos llegado, los Bancos no se sacian de nosotros.