El rescate del sur-sureste
- Raúl López Deantes/Moneda y Finanzas
- 13 sept 2018
- 2 Min. de lectura

Exactamente hace diez años el mundo en 2008 registraba el colapso financiero de la quiebra de Lehman Brothers, el más importante desde la Gran Depresión de 1929. Fue el episodio que inicio la crisis del sistema financiero de EE UU y del mundo, otorgando créditos sin aval, sin embargo, 10 años después nuestra economía no logra repuntar, se ha mantenido en un 2% de crecimiento, manteniendo una desigualdad económica en la población brutal, un sistema de salud y de pensiones que está derrumbándose a lo largo del País, con una inflación de 4.9% y para acabarla con dos recientes aumentos, uno de ellos , en los peajes de las carreteras en 17 %
El viernes pasado y el otro, un aumento del 8.9% del Gas L.P., sin embargo, el sur-sureste, será el escenario de un rescate del atraso que ha vivido en los últimos 40 años, pero ahora se desarrollarán algunos de los principales proyectos de la administración de AMLO: el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el corredor transístmico. Además, a esa parte del país se trasladarán muchas de las dependencias más importantes de la Administración federal como son: Turismo, Energía, Sedesol, Pemex, CFE y Conagua, entre otras. Mirar hacia el Sur-Sureste es un asunto no solo de justicia sino también de potencializar las riquezas que son un tesoro para la nación como el agua, el petróleo, las zonas arqueológicas, la entrada del golfo de México y la salida al pacífico. Si se ejecutan a tiempo los proyectos que están preparando.
En los próximos 4 años se invertirá en infraestructura la mayor cantidad de recursos en su historia en el Sur-Sureste, donde viven 34 millones de personas, que significan el doble de la población de Holanda, viven en el Sur-Sureste más que en Ecuador, cercano en Población a Canadá, más que toda Venezuela, igual que Marruecos y tres veces la población de Bélgica. Pero que tiene en promedio, un PIB per cápita que es apenas un tercio del de Nuevo León o la Ciudad de México, es decir, con un gran atraso, con pobreza y desigualdad, ya que todas las riquezas que tienen no se ha traducido en desarrollo y bienestar para las familias, esa es la apuesta de los próximos años, a esa inversión hay que sumar mejores prácticas y leyes que se traduzcan en mayor empleo y nivel económico para quienes viven en el edén del País.
Comentarios